Algunas semanas atrás, al darme cuenta de que me era indispensable iniciar alguna rutina que incluyera algo de ejercicio, compré dos DVD´s de dos reconocidas especializas en ejercicios aeróbicos a ritmo de danza, para hacerlo en casa y en el momento más oportuno.
La portada de los dos materiales garantizaba que, con 15 minutos diarios de baile dirigido, recuperaría la condición física y mejoraría el aspecto de zonas específicas de mi cuerpo. Así que, cuando leí la garantía de resultados y el precio, sin dudarlo, los compré.
Hoy, después de más de un mes, me miro al espejo y noto que esa acumulación adiposa en mi vientre sigue redondeándolo y que mis brazos no han recuperado tonicidad, tampoco. "Pero recuerdo claramente haber leído en las cajas de los DVD´s que esas zonas serían las primeras en mostrar los resultados", pensé. Ahora, me siento engañada y concluyo que ¡es un fraude!
Igualmente, he escuchado gente que, después de un tiempo de haber aceptado a Jesús como guía de su vida, concluye que, el cristianismo, no funciona y que su vida sigue igual a como era antes de tomar esa decisión. Y, aunque aceptan que la Biblia contiene sabiduría y es inspirada por Dios, no notan ningún cambio.

Bueno. . . sólo pensaba un rato.